historia y devenir

En el año 1998, en el porteño barrio de Almagro, comencé a impartir clases en un colorido piso ubicado en un pasaje de una sola cuadra. A partir de aquellos primeros encuentros con mis alumnos reconocí que no era la simple transmisión de conocimientos y técnicas la que me interesaba, sino que lo que me motivaba fundamentalmente era el hecho de ser y actuar como una guía atenta a las inquietudes personales y deseos particulares de cada uno de ellos.

Propuse entonces un espacio que nos permitiera sentirnos a gusto para poder realizar y accionar a partir de ideas propias, a través de la conjunción con otros y allí nacieron las clínicas de obra.

Entusiasmada, decidí apostar por ello y mudarme a una casa más grande en el centro de la manzana, cerca de todo, pero lejos del ruido y del bullicio de las calles. Así, desde ese momento, me inicié en la dinámica tarea de coordinar talleres bien diversos relacionados con la fotografía, las artes visuales y el cine: nació el Estudio Bodelón y fue mi universo/ hogar por casi 20 años. Allí construí, remodelé, armé muestras, fiestas, seminarios, clases únicas, sorteos, concursos, jornadas de laboratorio, talleres anuales, ferias, juegos de fin de año, presentaciones de publicaciones e hicimos muuuuchas fotos. Invité a colegas a dar clases (de quienes aprendí mucho yo también). Crecí y me transformé.

Sucedieron muchas cosas maravillosas allí, fue nido para mí y también para otros, ¡cuántas personas y tantos alumnos! algunas se han convertido en amigos, otras en artistas y fotógrafas, a todas y todos recuerdo con especial cariño. Fue una época genial.

Con mi amiga Vero García diseñamos Un amor cayó del cielo, un sello editorial y feria de arte itinerante que funcionó desde 2007 hasta 2014. Durante esos años, el proyecto nos permitió explorar diferentes formas de producción y circulación de obras de artistas en diferentes formatos generando encuentros entre creadores de diversas disciplinas.

Fue una época vibrante en Buenos Aires, marcada por una intensa actividad cultural y una transición hacia las herramientas digitales. La feria nos llevó a distintos espacios, desde galerías y centros culturales hasta estudios de artistas. Las colaboraciones fueron clave en nuestra experiencia, fortaleciendo una comunidad creativa que aún hoy sigue presente.

Durante ese tiempo, mi oficio como fotógrafa se fue expandiendo y orientando hacia los espacios donde mi mirada encontraba su lugar. El trabajo en colaboración enriqueció muchos proyectos de otros, y descubrí un gran disfrute en trabajar con otras mujeres, algo que comenzó de manera casual y con el tiempo se convirtió en una elección consciente.

En paralelo, empecé a escribir con distintos propósitos: para las clases, para las exposiciones que organizábamos, para mí, para amigos, para mis alumnos. Así, la escritura fue haciéndose presente de forma natural, hasta volverse una práctica cotidiana.

Desde el 2014 y hasta el 2018 trasladé el espíritu del Estudio al monte, a las sierras y a la naturaleza, el lugar en el que había decidido vivir. El formato de Residencias / taller albergó nuevamente personas inquietas y los alumnos ahora ya eran artistas interesados en crear y pensar sus prácticas. El programa Montaña Mágica tuvo más de 11 ediciones y dejó como registro un libro-fanzine que recopila la experiencia de esos años. Mi amor hacia este formato me acercó a R.A.R.O Madrid donde colaboré desde 2019 hasta 2023.

Me interesa unirme a otros proyectos y participar en equipos de trabajo relacionados con la enseñanza del arte, la producción y la gestión, compartiendo saberes y entrelazando disciplinas, son mis ejes del momento y estoy abierta a escuchar nuevas propuestas. Me gusta pensarme como una guía espiritual para artistas y para toda aquella persona que quiera transitar un camino creativo, estoy convencida de que podemos acercarnos a nuestros deseos e ideas, si descubrimos las herramientas y recursos necesarios para transformamos.

El escenario -ahora- es la ciudad de Madrid, donde sigo impartiendo clínicas de obra. Me he adaptado a los tiempos actuales y he diseñado dos cursos breves y específicos: uno centrado en la autobiografía y otro en la relación entre escritura y fotografía.

En octubre del 2024, junto a dos amigas, Carol Galiñanes y annitaklimt, reunimos nuestras experiencias y conocimientos y fundamos non finito, una editorial dedicada a realizar fotolibros hechos por mujeres.